Como Hacer JABON DE TAJO (con aceite usado)

A veces parece que todo aquello que caracterizamos como “químico” debe ser o nocivo para la salud o complicado de entender. Lo irónico es que todos nosotros estamos formados por componentes químicos (sí, también nosotros somos puzzles hechos por átomos), y a veces hacemos química sin saberlo, o mejor dicho, sin ponerle ese nombre. ¿No me creéis? Además de la cocina (tema del que hablaremos otro día), un claro ejemplo es … el jabón de tajo. Mucho antes de que existieran las grandes compañías de industria química y sus múltiples opciones de detergentes para lavar a mano, o a máquina, con aroma a jazmín, a rosa, a lavanda…. mucho antes, ya se hacía jabón. Es más, yo creo que en todos los pueblos (al menos por aquí) se hacía jabón de tajo en todas las casas. Y no os creáis que era necesario ni un laboratorio enorme, ni ingredientes muy complicados.

 Proceso de elaboración del jabón casero, o jabón de tajo:
De hecho la receta básica del jabón de tajo contiene sólo 3 ingredientes:
- 3 litros de agua
- 1 kg. de sosa cáustica. La sosa cáustica es el nombre que recibe el hidróxido de sodio (NaOH), que se comercializa en forma de pequeños cristales blancos, que hay que manipular con cuidado porque es un producto muy corrosivo que puede producir irritación en los ojos o la piel. Este compuesto se disocia en dos iones: Na+ y (OH)-.
Triglicérido, glicerol y éster- 5 kg. de “grasa”. Como “grasa” puede usarse aceite usado, tocino o sebo. Antes dependía principalmente de los restos que “quedaran” por casa. Lo que tienen en común todos ellos es que están principalmente formados por triglicéridos, conjuntos de tres cadenas de derivados del glicerol (C3H8O3), o más concretamente triéster de glicerol, como se muestra en la figura.
El proceso de elaboración del jabón (la saponificación) es bastante simple, en realidad bastaría con mezclar bien los ingredientes. Sin embargo hay algún detalle a tener en cuenta. Las grasas son  insolubles en agua. Si (por alguna extraña razón) echáramos un trozo del blanco del jamón en un vaso de agua, por mucho que removiéramos no lo veríamos desaparecer disolviéndose. Por el contrario, la sosa cáustica absorbe la humedad del aire, y reacciona fácilmente con agua produciendo mucha energía en forma de calor. Además, las grasas y la sosa cáustica en principio no reaccionan entre ellas, sino que se quedarían como dos fases separadas.  ¿Cómo formamos entonces nuestro jabón? Pues tendremos que facilitar el encuentro entre ambos reactivos. ¡Eso sí! No nos olvidemos de la seguridad, que el riesgo no proviene del hecho de estar o no en un laboratorio, sino de los productos que se usan. Por eso es mejor llevar a cabo toda la elaboración en un sitio al aire libre o en todo caso muy bien ventilado. Mi abuela lo hacía en el corral. Los pasos a seguir son entonces:
  1. Poner el agua fría en un caldero o cacerola. 
  2. Añadir con cuidado y poco a poco la sosa cáustica en el agua fría, mientras se remueve con una cuchara de madera. La sosa reacciona rápidamente con el agua, produciendo calor (por eso es mejor empezar con el agua fría), y emanando gases tóxicos (de ahí la importancia de una buena  ventilación). 
  3. Ponemos el caldero a hervir, aumentando entonces la temperatura. 
  4. Vamos añadiendo la grasa a la mezcla, sin parar de remover. ¿Qué conseguimos entonces? Al aumentar la temperatura también lo hace la energía de las moléculas de nuestros reactivos, y al remover la mezcla propiciamos que se encuentren y reaccionen. ¿Cómo sabemos que la reacción tiene lugar? Porque en lugar de observar una cazuela llena de agua, grasas y cristalitos blancos, poco a poco vemos la formación de una mezcla blanca mucho más espesa. Para que la reacción completa tenga lugar es preciso tener paciencia y remover siempre al mismo ritmo durante unos 25 ó 30 minutos. Cuando se observa que la mezcla ya es homogénea se retira la cazuela del fuego. 
  5. Se vierte entonces la mezcla en uno o varios recipientes (antiguas latas de sardinas o cartones de leche cortados, por ejemplo…) y se deja secar en un lugar seco, ventilado y (obviamente) seguro. 
  6. Dos días después sólo nos queda volcar el contenido de los recipientes, con cuidado por si quedara algo de líquido (que puede contener sosa y ser algo corrosivo).  Para obtener jabones del tamaño deseado lo más sencillo es cortarlos a partir del bloque grande con algún alambre o cuerda de guitarra (consejo de mi abuela: si se corta con cuchillo se desperdicia más parte…
  7. Siguiendo estos pasos se elabora el jabón casero más sencillo. Si se desea que éste tenga color o algún aroma siempre se puede añadir algún ingrediente más, como el añil. Escribiéndolo con la nomenclatura que nos es propia, la reacción química que ha tenido lugar, conocida como reacción de saponificación, es la siguiente:
Reacción de saponificación
Vemos que el jabón, entonces, no es más que la mezcla de las sales sódicas de los distintos ácidos grasos que componen los triglicéridos.
¿Cómo actúa el jabón de tajo?
Estructura del jabón
De esta forma, obtenemos unas pastillas de jabón con una eficacia más que demostrada. ¿Y cómo actúan frente a las manchas? Las propiedades detergentes del jabón provienen de su estructura. El jabón está formado por dos partes: una cadena larga que tiene “horror” al agua (en griego, que siempre queda más chulo: cadena hidrofóbica) y un cabeza cargada a la que “le gusta” el agua (es hidrofílica). Cuando el jabón está en el agua, tiende a formar esferas con la parte hidrofílica en contacto con el agua, en la superficie de la esfera, mientras las cadenas hidrofóbicas apuntan hacia el interior.
Cuando frotamos una mancha de grasa con jabón lo que ocurre es que la esta grasa queda rodeada por las cadenas hidrofóbicas. Al aclarar y quitar el agua, las moléculas de jabón forman de nuevo una esfera, manteniendo la mancha en su interior, eliminándola de la piel o el tejido que estemos limpiando.
Limpieza con jabón
Es curioso entonces cómo a partir de ingredientes como el tocino de cerdo o el aceite usado (que a mí particularmente no me hacen pensar en la limpieza) se consigue un producto final (el jabón) que elimina manchas. Es decir que mediante estas recetas caseras que se han ido transmitiendo de generación en generación lo que se hace no es sino transformar la estructura de la materia y sus propiedades ¿y qué es eso, sino química?
Fuente: Pilar García Orduña (ISQCH)



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1 comentari:

  1. Muchas gracias al blog pro brindarnos información, por ejemplo para poder hacer nuestro propio dispensador de hidrogel, así lograremos crear nuestros propios diseños.

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